Una de las claves fundamentales para conservar nuestra salud cerebral es mantener nuestro cerebro activo. Nuestro cerebro envejece, al igual que nuestro cuerpo, y para preservarlo sano el mayor tiempo posible hay que mantenerse activo mentalmente y así desarrollar una mayor reserva cognitiva.
La fundación Pascual Maragall la define como «La acumulación de la experiencia y las estimulación de la capacidades mentales a lo largo de la vida es lo que se llama reserva cognitiva. Es como un capital mental que, cuanto mayor sea, más ayudará a compensar los efectos en la eficiencia de nuestras capacidades cognitivas, tanto del envejecimiento como de alteraciones cerebrales causadas por el Alzheimer».
No es un antídoto contra el envejecimiento cerebral, nadie está totalmente a salvo de sufrir una enfermedad neurodegenerativa, pero sí que está demostrado que ralentiza el deterioro cognitivo ya que se crea unas redes neuronales más resistentes. La reserva cognitiva junto a la plasticidad cerebral son los dos conceptos claves para mantener nuestra salud cerebral.
Hay muchos estudios que demuestran que personas con un gran nivel cultural, educativo, con una vida laboral más compleja desarrollan menos las enfermedades neurodegenerativas. Ha habido muchos casos en los que una persona fallecida, al realizarle la autopsia se descubre que tenía un Alzheimer muy desarrollado, sin embargo, no mostró ningún síntoma en vida de la enfermedad. En cambio, otra persona con la misma lesión cerebral, pero con menor nivel educativo y cultural, tenía síntomas graves de demencia.
Factores que influyen en la reserva cognitiva
– Cociente Intelectual (CI), educación y nivel cultural: personas con un mayor CI que se debe a factores genéticos, educacionales y culturales tienen una reserva cognitiva, una maduración cerebral y un tamaño del mismo mayor. Éstos factores protegen al cerebro del Deterioro Cognitivo Leve que es la antesala del Alzheimer.
– Ejercicio físico: realizar ejercicio físico durante toda la vida también disminuye la probabilidad de sufrir deterioro cognitivo en la vejez.
– Relaciones sociales y ocio: son muy importantes para evitar el deterioro cognitivo, conocer gente nueva, excursiones, echar la partida, visitar museos, conocer ciudades…
– Ejercicio mental: tareas como aprender un idioma, leer, o tocar un instrumento también aumentan nuestra reserva cognitiva.
Os proponemos 5 actividades diarias para aumentar nuestra reserva cognitiva:
1- Leer: favorece la estimulación cognitiva, la concentración, la imaginación y la memoria.
2- Juegos de mesa: con ellos se entrenan diversas capacidades cognitivas como el cálculo, la memoria reciente, la lógica, planificación, creatividad o el vocabulario. Además de fomentar las relaciones sociales, tan importantes como ya hemos comentado.
3- Aprender: nunca es tarde para aprender, un idioma nuevo, tocar un instrumento, charlas culturales o nuevas técnicas de cocina. Todas estas actividades mejorarán nuestras capacidades cognitivas.
4- Poner a prueba a nuestro cerebro: todos los días nos podemos proponer un reto como hacer un sudoku, un puzle o un crucigrama. Siempre será mejor que nos suponga una dificultad, si es muy fácil no nos servirá de mucho en cuanto a estimulación cognitiva se refiere.
5- Cambiar las rutinas: como cambiar la ruta para ir al trabajo, utilizar los cubiertos con la mano contrario o cambiar la organización de los cajones son algunos ejemplos de actividades que nos ayudarán a crear nuevas conexiones neuronales.
Todas estas actividades las puede hacer cada uno en su casa, sin necesidad de nadie que guíe las tareas, pero siempre será mejor que nos aconseje un Neuropsicólogo ya que nos recomendará los ejercicios de estimulación cognitiva que más nos convengan.
Para terminar os dejamos un vídeo de los experimentos de David Snowdon en 1986 en «El estudio de las monjas» en el que un grupo de 678 religiosas de un convento son sometidas a pruebas durante 17 años y luego donan su cerebro a la ciencia para que investiguen sobre el Alzheimer. Hay resultados muy chocantes como el de la hermana Bernadette que falleció a los 85 años de un infarto, al hacerle la autopsia se descubrió que tenía un Alzheimer muy avanzado, pero nunca dio síntomas de ello. Gracias a la gran reserva cognitiva que tuvo nunca se mostró la enfermedad que padecía.
Jaime Naranjo Alcaide. Neuropsicólogo.
M-32592
7 comentarios en «La reserva cognitiva protege nuestro cerebro del Alzheimer»