El Alzheimer conlleva importantes alteraciones psicológicas y comportamentales. Hoy vamos a tratar el tema de los trastornos sexuales derivados de la enfermedad. Estos cambios pueden adoptar diferentes formas. Lo más frecuente es que disminuya el apetito sexual. Son muy raras las agresiones sexuales en las demencias.

Por lo general, los trastornos sexuales, o con la exposición del cuerpo, tienen que ver con la falta de memoria y con la incapacidad de realizar una evaluación crítica del entorno. Los pacientes se bajan los pantalones en el pasillo porque no recuerdan donde está el lavabo, se quitan la ropa «por qué les molesta» o tienen calor . Se masturban porque resulta placentero. No se dan cuenta de que están en un lugar público y no en la intimidad de su dormitorio. No tienen en cuenta las normas morales de la sociedad.  Estos incidentes crean situaciones embarazosas, sobre todo a los cuidadores.

También pueden solicitar constante actividad sexual y de forma inadecuada. Algunos pacientes mantienen el deseo sexual en las primeras fases, pero su comportamiento es torpe y descoordinado.

En cuanto su Intervención y Tratamiento es importante consultar con un especialista. Si aparecen conductas embarazosas hay que intentar distraer al paciente, tratarlo con calma y tranquilizarle para que no reaccione de forma agresiva. Llevarlo a un lugar privado y calmarlo. No actuar de manera brusca.

Hay que pensar que la persona ya no es la misma y entender que esas conductas son derivadas de su enfermedad y no sentirse responsable.

Jaime Naranjo Alcaide. Neuropsicólogo.

M-32592

 

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