Uno de los mayores conflictos que se le puede presentar a un cuidador es que la persona con demencia que ayuda tenga alucinaciones o delirios. Es una situación compleja cuando se presenta las primeras veces y es difícil saber como actuar. Os daremos unos consejos para que sepáis afrontar la situación, si se os presenta.
Las personas con demencia, fundamentalmente en la Demencia por Cuerpos de Lewy, a veces creen ver o escuchar cosas que realmente no existen. A pesar de que las alucinaciones y delirios son imaginarios, para la persona que los padece son muy reales, algunas veces no generan ninguna emoción negativa, pero otras pueden causar extrema ansiedad e incluso pánico. Ésta puede ser una situación especialmente difícil de tratar y generar gran estrés, si se repiten mucho ser una importante fuente de sobrecarga del cuidador.
¿Qué son?
-Alucinaciones
Las alucinaciones se producen cuando un individuo ve, oye o siente una percepción que realmente no existe. Tales experiencias pueden incluir cualquiera de los sentidos, pero los más común son las alucinaciones visuales y auditivas, es decir, la persona ve o escucha algo irreal. Por ejemplo, su familiar puede escuchar que lo llaman o ver a su lado a personas que en realidad no están.
A veces pueden interactuar con las alucinaciones, pueden hablar con ella o perseguirla, sobre todo por la noche y se crea un estado confusional.
-Delirios
Son bastante comunes en las personas con Alzheimer u otras demencias. Los delirios son ideas que no están basadas en la realidad, pero la persona con demencia cree que es verdad. Puede haber de muchos tipos, un delirio muy común es que acuse al cuidador de que le está robando su dinero u otras cosas de valor, o puede haber ideas fijas sobre que otras personas intentan dañarle. Esto genera conflictos entre cuidadores y enfermos.
Tratamiento
En primer lugar, es importante preguntarnos hasta qué punto la alucinación o el delirio es realmente un problema. Al inicio puede que sea impresionante y preocupante experimentarlo, tanto para el enfermo como para el cuidador, pero si realmente lo que ve o escucha no genera ansiedad o temor excesivos, los especialistas aconsejan aprender a vivir con ello.
Lo mismo sucede con los delirios, si el paciente cree que ha sido Napoleón y hay que llamarle «Emperador» se le llama sin problemas, un poco exagerado me ha quedado el ejemplo.
Por supuesto, como siempre recomendamos, se debe acudir al neurólogo o médico de cabecera, él evaluará y recomendará la medicación que precise el paciente.
Consejos para cuidadores
• No discutir con el paciente. No intentar convencerle de que la alucinación es irreal. La frustración será mayor y generará conflictos. Mostrar empatía con él, hacerle ver que comprendemos su situación. Es mejor reconocer que la persona puede estar muy asustada por los delirios y alucinaciones.
• No regañar a la persona por la pérdida de objetos o por esconder cosas.
• Proteger al paciente de la alucinación. Si se siente perseguida, con miedo, hacerla sentir protegida puede ser una buena opción. Un abrazo a tiempo es la mejor es una excelente terapia.
• Intente distraer a la persona para que cambie su atención y se olvide. Lo puede hacer con música, ejercicio o cambiándole de conversación.
• El contacto físico puede ser tranquilizador, pero asegúrese de que la persona está dispuesta a aceptar esta interacción cercana.
• Mantener unas rutinas. Ayuda a llevar un mejor control de la situación.
• Apuntar en un diario los momentos del día en que suceden las alucinaciones o delirios, así podremos determinar si estos comportamientos se producen en momentos específicos del día o con personas particulares. La identificación de las causas puede ayudarle a realizar cambios para superar las dificultades.
• No tomarse las acusaciones como algo personal, la persona a la que cuida no es consciente de ese comportamiento y no es capaz de controlarlo.
Os dejo un vídeo con algunos consejos para cuidadores de pacientes con alucinaciones.
Jaime Naranjo Alcaide. Neuropsicólogo
M-32592
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